miércoles, 11 de agosto de 2010

LA GUERRA DE LOS CLANES TOMO 1 CAPITULO 3 LA LLEGADA DE UNA NUEVA ESPERANZA

La guerra de los clanes
TOMO UNO

LA LLEGADA DE UN NUEVO SER
CAPITULO 3
LA LLEGADA DE UNA NUEVA ESPERANZA



Era un día caluroso, soplando poco el viento. El camino por si solo era extenuante, en muchas partes de esto eran llanuras y pocos árboles cubrían la zona.


A lo lejos se visualizaba el inicio de la falda de las montañas: El sol esta en su total plenitud que lo hace hiriente al contacto intensamente agotador.


Una forma corpórea caminaba por esos territorios arduos; iba sin rumbo, sin una dirección aparente, solo se veía que estaba sola la figura.


Su aspecto tenia poco que desear, su ropaje consista de cuero negro desgastado roto por varias partes, con trozos de metal, sus pantalones no cubrían por los desgarres del cuero. También tenia una capa que pobremente se le podía decir de esa forma.


En sus manos tenia unos guantes negros hechos de una piel suave, al igual que con la ropa tenia incrustaciones de metal fino.


La figura caminante no aminoraba su marcha, sabia que debía alcanzar el bosque para cubrirse del incandescencia que ese día tomaba fuerza. Aunque por dentro lastrar un gélido que no se alejaba de su entorno.


Sin parar llego a los árboles, adentrándose cada vez mas en ellos, sin darse cuenta que en el inicio del bosque había advertencias para que los forasteros no pasaran.


Llego a una parte oscura apartada del bosque, casi tropezándose con sus pies, por el cansancio. Al encontrar otra vez el equilibro diviso algo escondido en unos arbustos, se movió por impulso de un cazador experto, atrapándolo en un santiamén. Cuando lo acerco a su rostro, observo que se trataba de un conejo, todo asustado por su captura.


La forma humanoide lo agarra y con un movimiento lo mata si causarme dolor. Pero eso no es todo, necesita usar todo lo del pequeño animal. Ya que los conejos no tiene mucha carne así que, toma la decisión sentándose en un rincón, completamente tapado del sol. En su boca empieza a mostrar algo inusual, le van creciendo unos colmillos. Acerco al pequeño animal a su boca y le clava sus colmillos succionando la sangre del pequeño. Torpemente termina con su alimento después de un rato.


Lleva días sin comer o beber algo, sin descanso alguno, para una persona normal podría llevar a la muerte, pero este ser podía aguantar un tiempo mas. No podía acercarse a un pueblo así que se alejaba de toda forma viviente, de las aldeas, las carretas o caminos transitados, esto lo hacia por su seguridad y la de todos los demás.


Se para, después terminar su pobre alimento y sigue su camino. Momentos después siente como su cuerpo se convulsiona, haciéndola caer de rodillas se sentía sumamente mal, de pronto su cuerpo empezó a vomitar la poca comida que había ingerido; su metabolismo no aguantaba ese tipo de alimento, nunca en su vida había podido ingerir algo como esto, pero el hambre que tenia la hizo comerse ese conejo, lo que sentía en estos momentos le hacia ver que aun con el hambre que tenia no podía soportar comerlo. Pero luego de un rato cae del cansancio que tiene, al suelo en un sonido sordo; ¿su cuerpo traiciona su mente o la mente traiciona su cuerpo? Ya no lo sabe. Necesita descanso dormir por lo menos 5 minutos en la sombra, solo eso, nada mas. Cierra poco a poco sus ojos quedándose inmediatamente inconsciente.


Escucha unos ruidos que hace que se quede alerta, con dificultad se levanta y se coloca en posición de ataque, nunca pensó que le alcanzaran tan rápido. Siente que algo cae del árbol lo siente y se mueve al momento que cae una red, rápidamente durante ese movimiento hace que escape rodando en el suelo. Vio la red en el suelo por unos instantes para luego empezar a sentir a varias personas a su alrededor.


Solo espera el ataque que no se dejo esperar, por todos lados salieron de sus escondites, también bajaban de los árboles.


- ¿Serán demonios o bestias? Se pregunto la figura oscura


Sus atacantes tenían trajes de guerra, todos de cuero, plumas, metal, entre otras cosas, tenían mascaras hechas de madera, pintura y cosas que los hacían aterradores. Algunos tenían arcos, flechas, bastones, espadas, y otras armas muy diferentes.


Le rodearon empezando el ataque. Aun estando débil el ser se mueve con mucha agilidad. Por lo que veía no creía que existieran esa clase de guerreros desde que tenía memoria


Son formidables, se mueven de forma astuta por los árboles, como si fueran monos, pero en tierra también son muy ágiles.


El ser no quiere hacerles daño, por que creía que son seres que se les pagan o se les contrata para su caza, no se atrevía a lastimarlos, pero eso no significaba que se dejaría atrapar.


Cada vez aparecen mas, sus golpes son mas certeros, le pegan al cuerpo casi derribando, pero aguanta cada uno. El ser las derriba también causándoles daño pero no lo suficiente para algo muy grave, ve como sus demás compañeros protegen al herido y lo esconden.


El ser muestra sus dientes filosos a los atacantes, son muy peligrosos si se usan para el ataque cuerpo a cuerpo, en otros momentos las personas huían al verlos aterrados, pero esta clase de combatientes no se intimidaron, atacando con mas furia. Se ha vuelto más rudo el combate así que también incremento su defensa.


A muchos los deja inconscientes. En la marcha rápida una figura llego para luego empezar organizar y a atacar al solo dar un grito de guerra que los demás siguieron. Pelaba sorprendentemente sus habilidades no se comparaban a los demás. En el lapso de la batalla le pudo quitar la mascara, se sorprendió de que el combatiente era una mujer, con unos ojos verdes y un cabello dorado. Pero también la mujer se sorprendió al momento que la cabeza del ser oscuro quedo descubierta mostrándolo, se quedaron viendo, sus ojos se encontraron.


Por el descuido le golpearon fuertemente la cabeza. Después de eso cayo inconsciente. Solo su último intento veía sus ojos verdes tristes.


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Poco a poco los seres se acercaban al cuerpo inconsciente, su cuerpo tapado por una capa que le llegaba hasta los pies. Varias de ellas se quitaron las mascaras y dos le quitaron la capa mostrando el cuerpo de una mujer. Su ropa consistía de botas, tops y unos pantalones que ya estaban rotos.


La mujer que tiene los ojos verdes se acerca al cuerpo, luego observa toda la lucha mirando preocupada a las caídas que ya estaban siento atendidas, vio sorprendentemente por la fuerza de los ataques de ese ser que no había ningún deceso. Esto hace que la guerrera se sienta aliviada, y contrariada con el ser.


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ATTE
HANEL BACCHAE TANU