Misterio de la montaña QUINTA PARTE

El misterio de la montaña
Por Hanel Bluma
Quinta parte

Adelia bajo de su coche después de llegar a su residencia. Ocupada estaba mientras revisaba los carpetas que tenia para los casos que tenia pendientes. Hace tanto que llevaba el trabajo a su casa, que ya se había hecho costumbre.

Muchas de las carpetas estaban parejas que querían separarse solo por tontas razones de celos o codicia. Para ella eran inútiles esos casos, pero tenia que hacerlo. Después de todo su vida como Juez de casos mayores se había arruinado. Antes la gente la veía que era una magistrada de cargo altísimo que controlaba a todo el departamento; pero ahora tenia suerte si le llegaban casos de poca importancia o simplemente tenia suerte que no la hubieran despedido. Aunque eso ya casi no le importaba, por las burlas de sus antiguos amigos que siempre le pedían ayuda para sus casos, ahora ya ni le respondían las llamadas.

Después de que saliera el escándalo en los periódicos la muerte de Daniel; que la intentaran culpar de su muerte haciéndola pasar por una lesbiana asesina.

Queriéndola meter en la cárcel. El día que llegaron a su casa; ella imaginaba erróneamente que querían decirle algo afuera de su casa respecto a las averiguaciones de la muerte de Daniel, y no querer que Jacky sufriera mas con los detalles; se le olvido todo lo que había aprendido de la forma en que algunos policías actuaban ya que solo fue una excusa para sacarla, agarrarla a la fuerza y ponerle las esposas, para ya después que los periodistas vieron la escena hablaron diciendo que estaba detenida, por ser la responsable de la muerte de Daniel. Esto no ayudo nada a la relación que pendía de un hilo a su imagen y a la relación con Jacky. Al mirar a la ventana de la casa vio a Jacky que sostenía la cortina para mirar lo que pasaba, tenia un rostro inexpresivo que a momentos se llenaba de odio cerrando los ojos y dejando caer la cortina se dio la vuelta dejando a Adelia sin su apoyo.

En la cárcel no trataron nada bien, aun sabiendo que era una magistrada, parecía que todos sus derechos constitucionales no valían en nada hasta que fuera realmente procesada. Sus cuentas de banco las habían congelado. Aun cuando no fuera culpable parecía que ya lo era. Se pidió dinero para una fianza y que fuera un responsable de ella. Llamo a su casa para que Jacky llevara el dinero pero no le respondió la llamada. Intento llamar a su hermano que aun cuando tenia rencillas con el. Fue el único de toda la familia que fue a auxiliarla; pero dejándole condiciones de pagarle el doble de la cantidad y que jamás volviera a llamarle ya que no quería involucrarse en su mala vida como el decía que era.

Los reporteros al salir de la delegación, la asediaron, como no tenia coche y no contaba con la ayuda de Jacky tuvo que caminar con todos la gente a su alrededor llamándola asesina entre muchas cosas. Hasta que por fin pudo llegar a un taxi, e indicarle donde ir, ella se desplomo en el asiento.

Llegando a la casa, vio que la cerradura había sido cambiada en su ausencia. Había hecho mella en Adalia que al no resistir todo lo que había pasado se hinco en la entrada y comenzó a llorar incontrolablemente.

Ese mismo día llego a su trabajo, ya que no había otro sitio donde ir, vio que no estaba su nombre en su oficina privada; una secretaria le dijo que los jefes no podían tener una mala imagen, así que para que ella no la demandara, como abogada de la firma, solo le bajaron el titulo dentro de la firma. Así que la habían degradado al primer piso a casos familiares.

Después de algún tiempo de ir a firmar cada lunes para comprobar que estaba en la zona y que no huyera; Ya que tuvo que encontrar otra casa. Aun decían que era culpable, todas las preguntas se dedicaron a ver si ella tenia rencor al niño y saber toda su vida privada; si había sido infiel a su pareja, llegaron a mostrar los periódicos a mujeres y hombres que estaban cerca de ella haciéndolos pasar como supuestos amantes.

Después de un tiempo obtuvo su libertad por falta de pruebas mostrando que la muerte de Daniel había sido un desafortunado accidente, gracias a los peritos que habían llegado al lugar, hicieron ver que el pequeño había salido por su propio pie, por las huellas que encontraron en el pórtico, parecía que fue a buscar algo por la prisa de sus pasos dentro del las pruebas que se mostraron y mientras caminaba por el bosque paso por el río, intentando caminar por las piedras se resbaló por lo resbaloso del terreno había caído mal. Esto es la conclusión que habían llegado.

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Al momento de introducir las llaves a la cerradura de su casa, recordó tiempo atrás ese día en particular que llegaba de la misma manera.

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Sonaba la cerradura moverse para abrir la puerta de la casa que ya tenia varios meses que estaba viviendo ahí con Jacky; por que se decidió vender la otra, una mas pequeña; ya que se tuvo que pagar al abogado que pudo conseguir ya que no le habían permitido defenderse a si misma. Además que la otra tenia muchos recuerdos de la familia que había desaparecido.

La nueva casa estaba silenciosa cosa que era raro con la antigua por las risas que jacky y Daniel hacían cuando estaban los dos cerca, además de que Jacky siempre que andaba escribiendo colocaba música para poder concentrarse.

Jacky no le gustaba salir desde antes de la casa ya que de esta manera se concentraba en sus libros, pero después del entierro; ella se cerro mas; entre las platicas de una psicóloga de parejas, las dos decidieron intentarlo, no fue nada fácil, de hecho la relación se había tornado muy amarga.

Jacky ya no la dejaba acercarse, siempre que estaban entre amistades, la insultaba de algún modo haciéndola sentir menos. Las discusiones estaban al pie de todos los días. Buscaba cada escusa para degradarla.

Su vida cada vez estaba mas caótica, ya había dejado de hacer ejercicio, por lo cual había subido unos kilos, ya que con la angustia de el torbellino que había pasado y las constantes discusiones con Jacky, por dinero o por cualquier cosa; ella empezó a ingerir comida chatarra, lo cual antes no lo había hecho, lo que ella pensaba que con la comida ella podía quitar con la comida el vacío que crecía en su corazón.

De algún modo, el silencio de la casa era sepulcral. Entro al recibidor de la vivienda, para tocar el teléfono que tenia contestadota, no había mensajes en la contestadota ni cartas en la mesa; camino hacia la cocina esperando ver si había trastes sucios que hubiera ocupado Jacky, Pero no había señales de movimiento alguno en la cocina.

- Jacky?- Pregunto con voz fuerte, pero no hubo ninguna respuesta en toda la casa, solo silencio que se contrastaba con el ruido de la calle.

Adalia pensando en algo positivo imagino que había salido por fin Jacky de su encierro y que había ido a comprar, pero desecho la idea, ya que a ella no le gustaba salir por nada del mundo, siempre la abogada pensaba que su mujer tenia problemas con los espacios con mucha gente, y posiblemente tendría razón, pero nunca le pregunto el porque.

Una sensación recorrió por su espina dorsal, un escalofrío helado, posiblemente ya intuía lo que podía estar pasando, pero quería que solamente fuera una preocupación sin fundamento.

Se movió de la cocina con paso firme subió las escaleras y busco en las habitaciones pero no estaba en ninguna de ellas, ni en los baños. Ahora ya se estaba mortificando, se decía a si misma que ella había dado todo para que la relación mejorara, siempre intentaba hacer cosas románticas y desinteresadas para que Jacky volviera a ella, esto no podía estarse sucediendo.

Agarro el cel y con la memoria seleccionada apretó aceptar para llamarle a Jacky a su celular. Todos estos pensamientos se quedaron en el limbo cuando abrió el ropero, se quedo mirando mientras en su oído se escuchaba el tiempo de marcado. Al mismo tiempo en la mesita de la cama sonaba el celular.

Dentro del ropero ya no estaba nada de la ropa de Jacky. Ella la había abandonado.

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Esos segundos del abrir el cerrojo sus recuerdos la aturdieron por momentos que a punto estuvo de tirar las carpetas. Al entrar en la casa coloco las carpetas en la mesa de trabajo, en momentos sintió que ya no tenia ganas de trabajar. Así que camino al refrigerador abriéndolo, sintió el frío que despedía de el, la luz de la maquina estaba roto, y a leguas necesitaba una limpiada.

Saco del ella una lata de helado, de su sabor favorito Napolitano, una cuchara cerrando el refrigerador con la cadera, como automática camino hacia el sillón y prendió la televisión en cualquier canal, ya a estas alturas ya no le importaba que canal le colocaba. Se sentó y se puso a comer el helado desconectándose del mundo.

Ella lo había tenido todo y en un santiamén lo había perdido todo.

Antes de que su mente volviera otra vez al pasado, agarro una enorme cucharada de helado y se la metió en la boca, provocándole un dolor instantáneo en la cabeza haciéndola olvidar lo que estaba pensando. Se metió otra cucharada y se quedo mirando la televisión.

Así eran y serán todos sus días, pensaba ella.

Hasta que sonó el teléfono.
- Bueno?- Escucho una respiración profunda al otro lado del teléfono, pensando que era un chistoso por teléfono ella casi cuelga el teléfono hasta que escucho una débil voz.
- Adelia te necesito…- era Jacky

continuara...